Centro de Día Don Guanella
Centro de Día Socio-Educativo para menores en alto riesgo en San Blas, Madrid
La Asociación “Aventura 2000”, a través de los Padres Guanelianos, desarrolla el proyecto Centro de Día Socio-Educativo Don Guanella, una acción social, pastoral e integral para la infancia y juventud más necesitada y desfavorecida frente a situaciones de marginación y alto riesgo, en el barrio de San Blas de Madrid.
El objetivo del proyecto es motivar la educación escolar hacia el éxito, favorecer la proyección académica y laboral, ofrecer un espacio de acompañamiento y desarrollo psicosocial, promover hábitos saludables, prevenir y evitar conductas de riesgo, implicando a las familias y ofreciéndoles recursos para la educación de sus hijos.
Para ello se realizan un amplio abanico de actividades que abarcan desde el apoyo escolar hasta la motivación, la orientación, el refuerzo de inglés y la coordinación escolar. También se realizan dinámicas de grupo, talleres temáticos, seguimiento individualizado, actividades de ocio alternativo (urbano y de medio natural), juegos, deportes, charlas, talleres y actividades de ocio inter-generacional. Todo ello con el adecuado seguimiento y mediación, tanto de los chicos como de sus familias.
En el Centro de Día Socio-Educativo Don Guanella, el sentido de pertenencia y el vínculo emocional entre los niños, jóvenes, voluntarios y profesionales es fundamental. Para ello es esencial trabajar desde el afecto y el cariño a la vez que se marcan unos límites claros, ya que es el ambiente familiar y la cohesión lo que permite que los esfuerzos de los implicados en el proyecto den fruto a largo plazo.
Además, esta sensación de familia hace que los jóvenes mantengan el vínculo con el centro y los monitores incluso después de cumplir la mayoría de edad. Siguen en contacto, les cuentan si tienen trabajo, les presentan a sus hijos, ¡e incluso los invitan a sus bodas! Esta relación sana y duradera es resultado del amor ofrecido y recibido, que sólo puede construirse desde el cariño y marcando límites claros.
Con respecto a la evolución de los menores en el proyecto, la adolescencia es el momento más complicado. La influencia del entorno, con problemas como el consumo de drogas, alcohol y la presión de las bandas, dificulta mucho la permanencia de los jóvenes en el programa, que pueden descolgarse y abandonar el centro si no encuentran la motivación suficiente, ya que los chicos acuden de forma voluntaria. Esto obliga a los miembros de Aventura 2000 a buscar una constante innovación en las estrategias de intervención.
A pesar de estas dificultades, la actitud de los jóvenes suele ser muy buena: participan, se comprometen y se implican en las actividades. De hecho, para ellos, el mayor castigo es no poder formar parte de las actividades.
Las familias también son muy receptivas y participativas en general, sobre todo en actividades lúdicas, ya que consideran que el proyecto es una gran ayuda para la educación y el futuro de sus hijos. Valoran la medicación, piden consejo y buscan apoyo en el personal del centro, lo que facilita mucho la intervención en el núcleo familiar.
El proyecto tiene así una gran acogida entre los menores y las familias, lo que se refleja cada año en la gran demanda de ingreso al centro, sumando nuevas incorporaciones y una lista de espera nutrida por el boca a boca entre las familias y los chicos que han participado previamente. Las redes sociales también juegan un papel importante en la difusión de las actividades del proyecto y reciben muchas valoraciones positivas del proyecto. Por ejemplo, en la «Fiesta de Verano», uno de los actos más destacados del proyecto, consigue reunir a más de medio millar de vecinos en un día de celebración y encuentro.
El conocimiento y la reputación del proyecto en la comunidad son amplios y sólidos. Los centros educativos de la zona derivan a un gran porcentaje de sus alumnos al programa, e incluso se desarrollan planes conjuntos de intervención entre los centros educativos y la Asociación Aventura 2000. La Asociación también es miembro activo del Consejo Local de Atención a la Infancia y Adolescencia de San Blas, siendo los representantes de las iniciativas sociales del distrito en temas relacionados con menores. En noviembre de 2013 se desarrolló un Acto sobre “Derechos de la Infancia del Distrito”, constituyendo la parte troncal la voz de los adolescentes y jóvenes participantes del proyecto.
Para seguir mejorando el centro de día, se realizan evaluaciones anuales, en las cuales los chicos cuentan su experiencia y valoran el proyecto. En general todas las valoraciones suelen ser muy positivas, pero los jóvenes son los que suelen aportar mayor grado de satisfacción: se plantean estudios superiores, trabajan, maduran o quieren seguir vinculados al proyecto para dar a otros niños todo lo que ellos han recibido.
De hecho, la media de los que continúan como voluntarios tras cuatro generaciones es del 75%. Y es que los voluntarios juegan un papel clave en este proyecto, ya que no solo participan activamente, sino que se sienten parte integral del mismo. Planifican, ejecutan, evalúan, acompañan y hacen seguimiento, asumiendo responsabilidades y comprometiéndose con el centro. Es especialmente emocionante ver como voluntarios a los antiguos chicos del centro, ayudando a las nuevas generaciones y replicando con generosidad todo ese cariño, respeto y amor que ellos recibieron.
Las evaluaciones anuales también ayudan a identificar las áreas que requieren mayor atención. La atención primaria pretende ser reforzada, ya que muchos jóvenes se van de casa al cumplir los 18 sin alternativas, y acaban malviviendo en pisos compartidos o en entornos dañinos. La falta de «pisos de transición» para jóvenes en situación de riesgo es uno de los grandes desafíos a resolver.
El proyecto del Centro de Día Socio-Educativo Don Guanella va dirigido a niños y jóvenes con un perfil de riesgo de exclusión social, lo que engloba las siguientes característica:
- Fuerte presencia de hábitos de consumo de alcohol o drogas en la generación de sus padres.
- Familias desestructuradas y/o mono-parentales, siendo las abuelas, en muchos casos, las acogedoras a falta de ambos padres.
- Elevado índice de desempleo o precariedad económica; economía sumergida o subsidio social como fuente de ingresos.
- Carencia de referentes positivos, agresividad familiar.
- Fracaso escolar, abandono, escasa o nula proyección futura.
Todas estas situaciones problemáticas que viven las familias de las que proceden los niños, provocan que la agresividad sea una realidad habitual en su día a día. Para gestionarla adecuadamente y conseguir crear un ambiente sano, se marcan unos límites muy claros y se establecen las consecuencias de sobrepasarlos. Exigir rigurosamente el cumplimiento de las normas es fundamental para que los menores entiendan lo que es un buen comportamiento. Sin embargo, a pesar de todos estos desafíos, la gran mayoría de los niños son muy afectuosos y responden muy bien al proyecto al sentir que son tratados con cariño y respeto.
Contacta con el Centro de Día Don Guanella
asociacion@aventura2000.org
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634 538 886
Horario: lunes a viernes de 10:00 a 20:30