Cada 11 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Niña, una fecha proclamada por Naciones Unidas para visibilizar las múltiples formas de violencia, exclusión y desigualdad que aún sufren millones de niñas en todo el mundo. El objetivo de esta jornada es reivindicar el cumplimiento efectivo de sus derechos, promover su empoderamiento y reclamar la igualdad real de oportunidades.
Por eso, el Día Internacional de la Niña es una llamada la acción, a la conciencia y el compromiso colectivo. Implica reconocer la vulnerabilidad específica que atraviesa la infancia femenina y defender, con firmeza y convicción, el derecho de cada niña a una vida libre de violencia, con oportunidades reales para crecer, desarrollarse y desplegar todo su potencial humano. Conmemorar este día es mirar de frente la desigualdad, alzar la voz contra todas las formas de discriminación y recordar que todas las niñas merecen una infancia segura, plena y la oportunidad de construir un futuro digno y feliz.
📊 Datos alarmantes sobre la situación de las niñas en el mundo
Más de 122 millones de niñas siguen sin escolarizar ni acceso a la educación.
1 de cada 8 niñas ha sido víctima de abusos sexuales antes de los 18 años.
Más de 230 millones de mujeres y niñas han sido víctimas de mutilación genital femenina (MGF).
Cada 3 segundos, una niña es obligada a casarse. Actualmente, más de 650 millones de mujeres fueron niñas casadas antes de la mayoría de edad.
El embarazo adolescente continúa siendo una de las principales causas de muerte entre las chicas menores de edad.
El 75% de las nuevas infecciones por VIH en adolescentes en África subsahariana se da en chicas.
En países de renta baja, el 90% de las adolescentes no tienen acceso a Internet, mientras que los chicos tienen el doble de posibilidades de conectarse.
Fuente: Unicef
Tewecado Santa María de Guadalupe: un refugio seguro para las niñas en la Sierra Tarahumara
Desde la Fundación, apoyamos proyectos que marcan la diferencia real en la vida de las niñas. Uno de ellos es el Tewecado Santa María de Guadalupe, un internado para niñas indígenas rarámuris en la Sierra Tarahumara de Chihuahua (México).
En esta región montañosa, muchas comunidades viven aisladas, sin acceso a servicios básicos, educación o protección. Las niñas, especialmente, enfrentan una triple vulnerabilidad: por ser niñas, por ser indígenas y por vivir en entornos empobrecidos. En este contexto, el Tewecado nace con una misión clara: proteger la infancia indígena a través de la educación, el acompañamiento y el cuidado integral.
La educación es una de las herramientas más poderosas para romper los ciclos de pobreza, violencia y exclusión. Pero educar a una niña va más allá de aprender a leer o escribir; se trata de enseñarles a reconocerse como sujetos de dignidad, con voz propia y con capacidad de decisión sobre su futuro. Así, el Tewecado les proporciona un aprendizaje mucho más profundo, ofreciéndoles una infancia protegida, un presente digno y la posibilidad real de un mañana mejor.
Estos espacios seguros para niñas son clave para garantizar su desarrollo pleno. Lugares donde puedan aprender, crecer, jugar y soñar miedo, dándoles la oportunidad de construir un futuro lleno de oportunidades. Por eso, apoyar proyectos como el Tewecado no es solo una apuesta por la educación: es una apuesta por la justicia, la equidad y la transformación social.
La infancia femenina no puede esperar. Es hora de escuchar a las niñas y proporcionarles los recursos y oportunidades que necesitan para que nos guíen hacia el futuro que soñamos.
